La ozempic (nombre comercial de la semaglutida inyectable) es un medicamento que pertenece al grupo de los agonistas del receptor GLP-1. Fue desarrollado originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero su efecto sobre el peso corporal y el apetito hizo que se vuelva muy popular como “medicación para adelgazar”, muchas veces por fuera de las indicaciones oficiales y sin control médico adecuado.
¿Qué es Ozempic y cómo actúa en el organismo?
Ozempic contiene semaglutida, una sustancia que imita la acción de una hormona natural llamada GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). Entre sus efectos principales se encuentran:
- Aumenta la liberación de insulina cuando sube la glucosa.
- Disminuye la liberación de glucagón (otra hormona que eleva el azúcar en sangre).
- Retarda el vaciamiento gástrico.
- Reduce el apetito y favorece la sensación de saciedad.
Todo esto contribuye a mejorar el control de la glucemia en personas con diabetes tipo 2, y al mismo tiempo genera pérdida de peso, lo que explica parte de su popularidad reciente.
¿Para qué está indicado Ozempic oficialmente?
Según las fichas técnicas de agencias regulatorias y la información de ANMAT, Ozempic está indicado como tratamiento adyuvante de la dieta y el ejercicio en adultos con diabetes tipo 2 cuyo control glucémico es insuficiente. Puede utilizarse solo (cuando no se tolera la metformina) o en combinación con otros fármacos para la diabetes.
En muchos países, la semaglutida también se utiliza en dosis más altas específicamente para el tratamiento de obesidad y sobrepeso con comorbilidades. Ese uso tiene ensayos clínicos robustos que demostraron reducción de peso significativa y beneficios cardiovasculares en ciertos grupos de pacientes.
En Argentina, la semaglutida está aprobada para:
- Diabetes tipo 2.
- Obesidad y sobrepeso con comorbilidades, según disposiciones recientes de ANMAT.
Es decir, el uso para bajar de peso debe hacerse solo cuando está formalmente indicado y siempre bajo supervisión médica.
Ozempic para bajar de peso: ¿qué hay detrás de la “medicación de moda”?
El efecto de la semaglutida sobre el peso está bien documentado:
- En estudios clínicos, los pacientes con obesidad tratados con semaglutida a dosis altas perdieron en promedio entre un 10 % y más de un 15-20 % de su peso corporal, dependiendo del esquema utilizado.
- En personas con enfermedad cardiovascular y exceso de peso, la semaglutida mostró además una reducción del riesgo de eventos cardíacos mayores (infarto, ACV o muerte cardiovascular).
Estos resultados llevaron a que se hable de “la droga del momento” contra la obesidad y a que, en muchos lugares, Ozempic se use de manera “off label” (fuera de indicación) solo para adelgazamiento, incluso en personas sin diabetes ni criterios formales de tratamiento farmacológico de la obesidad.
El problema es que:
- No todas las personas son candidatas a este tipo de medicación.
- No se trata de una solución mágica, sino de un tratamiento que forma parte de un abordaje integral (alimentación, actividad física, control médico).
- Usarlo sin indicación ni seguimiento aumenta el riesgo de efectos adversos serios.
Efectos adversos y riesgos a tener en cuenta
Como todo medicamento, Ozempic tiene efectos adversos. Los más frecuentes incluyen:
- Náuseas, vómitos, diarrea o constipación.
- Dolor abdominal.
- Pérdida de apetito y descenso de peso más intenso de lo esperado.
En casos menos frecuentes o raros se han reportado:
- Pancreatitis.
- Problemas en la vesícula (cálculos, colecistitis).
- Empeoramiento transitorio de la retinopatía diabética.
- Riesgos específicos en personas con antecedentes de ciertos tumores de tiroides.
- Un tipo muy poco frecuente de neuropatía óptica isquémica (trastorno de la visión), que la Agencia Europea de Medicamentos considera un efecto muy raro pero posible de los fármacos con semaglutida.
Por otro lado, el uso masivo y a veces descontrolado de estos fármacos generó:
- Falta de stock en algunos mercados, afectando a personas con diabetes que lo necesitan.
- Aparición de productos falsificados que se venden por redes sociales o canales no autorizados, sin controles de calidad y con riesgo real para la salud.
Por eso es clave no comprar Ozempic por internet, redes sociales o “contactos” informales, y recurrir siempre a farmacias habilitadas y al circuito formal de salud.
Ozempic en Argentina: ¿qué dice ANMAT y qué pasa con las falsificaciones?
En Argentina, la ANMAT informó oficialmente el registro de semaglutida como especialidad medicinal para diabetes tipo 2 y, más recientemente, la autorización de presentaciones para el tratamiento de la obesidad bajo otra marca.
Al mismo tiempo, el organismo emitió disposiciones prohibiendo el uso, comercialización y distribución de un producto falsificado identificado como “Ozempic Semaglutida Tablets USP, Fabricado por Pharma Argentina SA”, que no corresponde al medicamento original del laboratorio titular.
Esto refuerza la recomendación de:
- Desconfiar de presentaciones o formas farmacéuticas que no coincidan con las oficiales (por ejemplo, comprimidos o gotas que no están registradas con esa marca).
- Evitar cualquier compra de medicamentos inyectables que no sea a través de farmacias o canales autorizados.
¿Quiénes podrían beneficiarse de la semaglutida y cómo se decide su uso?
Tanto en diabetes como en obesidad, las guías internacionales señalan que la semaglutida debe indicarse en el marco de un tratamiento integral y no como solución aislada:
- En diabetes tipo 2, se utiliza cuando el control de la glucemia con dieta, ejercicio y otros fármacos no es suficiente, especialmente en personas con alto riesgo cardiovascular.
- En obesidad, se reserva para personas con determinado índice de masa corporal (IMC) y comorbilidades, después de evaluar otras estrategias y siempre con seguimiento médico y nutricional.
La decisión de usar o no semaglutida (en forma de Ozempic o de otras marcas) tiene que tomarla un profesional de la salud, evaluando caso por caso:
- Historia clínica.
- Medicación actual.
- Riesgos y beneficios.
- Expectativas del paciente.
Automedicarse, ajustarse la dosis por cuenta propia o suspender el tratamiento sin control médico puede ser peligroso.
