El Síndrome del Bebe Sacudido es una lesión grave que se produce cuando un lactante o niño pequeño es sacudido con fuerza, generando un movimiento brusco de la cabeza hacia adelante y hacia atrás. Este mecanismo puede provocar daño cerebral, hemorragias internas, secuelas neurológicas permanentes e incluso la muerte. Conocer los signos, las causas y las medidas de prevención es fundamental para proteger la salud de los más chicos.
¿Qué es el Síndrome del Bebé Sacudido?
El Síndrome del Bebé Sacudido (SBS) es una forma de traumatismo craneal que ocurre cuando un adulto, al intentar calmar, sacudir o manipular con fuerza a un bebé, genera un movimiento violento de la cabeza. Debido a que los músculos del cuello del bebé son débiles y su cerebro es especialmente vulnerable, este movimiento puede producir:
- Hemorragias intracraneales.
- Lesiones cerebrales.
- Sangrado en la retina.
- Secuelas neurológicas permanentes.
El bebé no necesita golpearse contra una superficie, el daño ocurre solo con el movimiento brusco de sacudirlo.
¿Por qué ocurre y cuáles son los factores de riesgo?
La mayoría de los casos se produce cuando un adulto pierde la paciencia frente al llanto persistente del bebé. Otros factores que pueden aumentar el riesgo incluyen:
- Falta de experiencia en el cuidado infantil.
- Cuidadores estresados o agotados.
- Falta de redes de apoyo.
- Situaciones de violencia doméstica.
- Reacciones impulsivas ante el llanto prolongado.
Es importante recordar que ningún bebé llora para manipular: el llanto siempre comunica una necesidad.
¿Qué daños puede causar el Síndrome del Bebé Sacudido?
Las consecuencias pueden ser graves y permanentes:
- Daño cerebral irreversible.
- Hemorragias cerebrales o retinianas.
- Convulsiones.
- Parálisis cerebral.
- Retraso cognitivo o motor.
- Ceguera.
- Problemas auditivos.
- Muerte (entre el 15% y el 25% de los casos).
Incluso una única sacudida violenta puede provocar lesiones severas.
Señales de alerta
Un bebé con lesiones compatibles con el Bebe Sacudido puede presentar:
- Irritabilidad o llanto constante.
- Dificultad para alimentarse.
- Vómitos.
- Convulsiones.
- Aletargamiento o dificultad para mantener la vigilia.
- Problemas respiratorios.
- Pupilas desiguales.
- Pérdida de conciencia.
Ante cualquiera de estos signos, es urgente consultar a un profesional de la salud.
¿Cómo prevenir el Síndrome del Bebé Sacudido?
1. Nunca sacudir a un bebé
Ni para jugar, ni para despertarlo, ni para calmarlo.
2. Buscar estrategias seguras para calmar el llanto
- Sostenerlo contra el pecho.
- Mecimientos suaves.
- Control de temperatura y pañal.
- Pausas para amamantar o dar el biberón.
3. Si sentís frustración, pedí ayuda
Tomarse un minuto para respirar o pedir apoyo a un familiar puede evitar una situación peligrosa.
4. Enseñar a cuidadores y familiares
Todos deben saber que sacudir a un bebé siempre es riesgoso.
5. Evitar juegos bruscos
Como lanzarlo al aire o “zarandearlo” para hacerlo reír.
El rol de la atención médica y los planes de salud
En situaciones de emergencia es importante asistir a un centro médico para que puedan diagnosticar si tiene el Síndrome del Bebé Sacudido, y por este motivo, es indispensable contar con una buena cobertura médica ya que facilita:
- Atención inmediata
- Estudios por imágenes
- Intervención de especialistas
- Contención familiar
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