Los ácidos grasos Omega 3 ofrecen diversos beneficios para la salud. En particular, quienes han sufrido un infarto agudo de miocardio tienen una mejor evolución si toman altas dosis de omega 3 provenientes del pescado.
Según un reciente estudio publicado en la revista Circulation, a los seis meses de tomar suplementos de aceite de pescado, las personas que han sufrido un ataque cardíaco muestran un mejor funcionamiento del corazón y menos cicatrices que el resto. Si bien el estudio abarcó a menos de 360 pacientes, los beneficios sobre el volumen del ventrículo izquierdo y el tejido cardíaco fueron confirmados mediante resonancias magnéticas del corazón.
Los omega 3 son ácidos grasos poli-insaturados que no pueden ser fabricados por el organismo humano. Por eso se los llama “esenciales” y deben adquirirse a través de alimentos como el pescado (salmón, sardina, atún, arenque, caballa, anchoa, mariscos), las semillas de chía y lino, las nueces.
Existen dos tipos de omega 3 provenientes del mundo marino: el EPA (ácido eicosapentanoico) y el DHA (ácido docosohexaenoico). Ambos omega 3 son fabricados por plantas y algas marinas, pero pronto se convierten en alimento de peces y, de esa manera, llegan a la mesa de los seres humanos.
En el reciente estudio, a un grupo de personas infartadas se le suministraron una vez al día cápsulas de 4 gramos de aceite de pescado (465 mg de EPA y 375 mg de DHA), mientras el otro grupo recibía un placebo (una cápsula inerte). Tras un seguimiento de seis meses, se observaron mediante resonancias magnéticas los cambios en la estructura del corazón y la respuesta inflamatoria, y se comprobó que quienes habían recibido las cápsulas de aceite de pescado tenían mejores respuestas.
Si bien no hay pruebas concluyentes de que los omega 3 reduzcan las enfermedades cardiovasculares y la muerte, algunos estudios muestran que podrían tener ciertos efectos positivos en pacientes con arteriosclerosis, diabetes de tipo 2, claudicación intermitente, depresión, deterioro cognitivo o enfermedad de Crohn.
¿Cómo pueden proteger los omega 3 al corazón? Luego del infarto de miocardio, se produce una respuesta inflamatoria a nivel del músculo cardíaco que rodea a la zona del infarto, el área que no recibió irrigación sanguínea. Como consecuencia de esta inflamación y otros factores, se produce un “remodelado” de la estructura del corazón.
Los resultados del estudio revelan que los omega 3 provenientes del pescado tendrían una capacidad anti-inflamatoria que atenuaría este proceso. Queda aún por investigar si estos omega 3 se asocian a menos eventos coronarios y a un menor riesgo de insuficiencia cardíaca a largo plazo.
Fuente: WikiCardio